martes, 4 de octubre de 2011

Acompáñame a fluir en la belleza de la vida a través de las caricias del alma






Con el deseo de compartir algunos poemas selectos de este Laberinto de sueños, te insto a disfrutar de las caricias del alma para que encuentres motivos para amar y disfrutar la vida hecha poesía. Elegí estos poemas porque antes de escribirlos, me gusta plasmar la idea en líneas que desconozco qué sentimientos despertarán en mí a través dibujos, luego las palabras brotan y germinan en forma de poesía y sentimientos que, si bien, muchas veces no logran significar todo lo que quiero, al menos configuran una pequeño reflejo del fluir de la vida cotidiana, digna de ser honrada y amada.
LIENZO VIVO



Lienzo vivo
en que el artista recorre su pincel
y en cada trazo deja parte de sí mismo.
Amoroso encuentro entre el autor y su obra
aunque el fruto coincide con la mezcla de dos sustancias tan difíciles de separar: El amor y lo amado
¿Qué sería el uno sin el otro?
Qué más da quién suele ser el instrumento,
si ambos conforman un todo cuya fusión y fruto dan la misma consecuente respuesta.


  
PRESENTIMIENTO

Dame una señal de que he entrado a tu corazón.
Dame un sueño para fundirlo con mi historia y llevarte conmigo lejos, lejos a un mundo de ensueño.
Dame un beso para construir caricias nuevas, caminos novedosos por recorrer, tierras fértiles para surcar y sembrar.
Paisajes ignotos, playas vírgenes qué descubrir…
Dulces huellas del tiempo que emanan de nuestra alma.

GÉNESIS

Mi cuerpo te llama evocando recuerdos, susurros que se rozan al atardecer de un día en la playa. Ahogados los silencios entre tu alma y la mía, se agolpan las olas en el tímpano de nuestros oídos y nace nosotros… Desbordado de entusiasmo, ya en un beso, una caricia, un lazo amoroso, irrompible, irrevocable y condenado a seguir sin descanso hasta llegar a otra dimensión; partiendo de lo trivial a lo infinito, lo insospechado. La materia virgen ahora escurre su naturaleza, cómplice del andar cotidiano por la vida e irrumpe a llorar de alegría por la aparición de un nuevo sentimiento.


 
ECOS DEL ALMA


Paz, sueño entre palmeras y
castillos de arena que erigiste para mi.
Lágrimas de sal compactadas
por el sufrimiento de tu ausencia.

Errante vagabundo que con
sólo susurrar a mi alma
me asiste a la tuya
sin poder defenderme siquiera.

¡Llegas y te vas!
Lamentos de enamorado quedan hoy,
como ecos sucesivos
sin descanso.

Alborozo por encontrarte
y después, la soledad
me inquieta como el ladrón
que hurta en la noche.

Y qué decir, qué reclamar
si me he desprendido
hasta de la sonrisa
que pende de tu esencia…

¡Qué gano ahora,
si ya te quiero!


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